Un viaje que cambió la vida de una generación. Una serie documental sonora sobre La Guerra de Malvinas y sus consecuencias. Ramón Orlando Mendoza nos cuenta su recorrido desde Goya, Corrientes, a Puerto Argentino, Malvinas.
Una odisea guaraní, un relato minuciosos que arranca en el fondo del paraje y va a hacia la trinchera, para regresar del campo de batalla al olvido.
Hacíamos El Silbido, un programa de radio que buscaba ser el más agudo de nuestros lenguajes. Y cerrábamos las charlas preguntando qué sentían por el silbido.
En una de esas Norita nos habló de trenes y de pájaros, de lo espiritual, de su madre y de todo aquello que no se puede: nunca aprendí a silbar, dijo, así que los felicito por el nombre.
Así, con su respiración de luchas grandes y a la par de los que somos apenas soplos, es ahora, en el aire y en la historia, un silbido. De trenes, de pájaros, de Madres.
Sabemos que quisimos compartir los alimentos, entrar en tu cocina, que entraras en la nuestra, sentarnos en tu mesa, poner el mantel en la nuestra. Nos supimos cerca de las mesadas, en radios o celulares, al calor de la salamandra o de los chisporroteos de un fuego recién encendido
La tía Dominga hacía un budín delicioso que devorábamos en los cumples. La mitad iba con pasas, la otra no. Cada sector comía su porción y nadie se quedaba afuera. La cocina es el arte de conformar esa diversidad de bocas y de gustos.
Muchas manos en un plato hacen mucho garabato… El otro día buscábamos la definición de esta frase y encontramos que siempre se dice para argumentar que las mejores obras se hacen en soledad.
El 29 % de quienes usan las redes sociales comparten fotos o videos de lo que comen. Muchísima gente busca recetas en internet pero es más la gente que se conforma viendo más que cocinando.
¿En qué se cuecen las verduras? ¿Con qué humedezco las harinas para que se fermenten? ¿con qué se hace el baño María? El agua, siempre el agua.
«Cuando hay hambre no hay pan duro» Así decía Genaro un amigo de mi abuela. Las tías contaban que había estado en la guerra. «Ahí si que no se le hacía asco a nada. Si no comías te morías»
El DNI no te da la identidad. En eso estoy de acuerdo. Pero dicen que la cocina es la identidad de los pueblos. ¿cómo es eso? Entonces cuando una receta se deja de elaborar, ¿se está perdiendo una huella digital de esa cultura?
La sobremesa es el momento más hermoso de cualquier encuentro. El mantel manchado con vino y una montañita de sal que le pusieron arriba, como esperando que suceda la magia. La panera al lado de la ensalada de fruta, la convivencia entre el tecito digestivo y los primeros mates.